jueves, 8 de enero de 2009

Invierno...casi primavera



Lo noté esta mañana. El alba desnuda, la luminiscencia rosada del sol sobre las nubes desperdigadas por todo el firmamento.

El amanecer.

No lo veía desde noviembre. Durante el equinoccio de otoño y, ahora, el solsticio de invierno, el frío desciende ocioso desde el norte y los días se acortan. Ya a las cinco de la tarde se avecina la penumbra. A las siete u ocho de la mañana, de camino al trabajo, la oscuridad aún reina.

Pero hoy, vi la luz.



Como ven, el sol acicalaba las pelucas del cielo con tintes rosáceos. El cielo todavía recogía las sombras en su tono grisáceo, pero pregonaba la posibilidad de luz.
Luz, ausencia de oscuridad. ¿O es la oscuridad la ausencia de luz? Durante el invierno, la luz es lo que hace falta.

Parece que la tierra ya dobló la esquina para reanudar su acercamiento al sol.

Sonrío.

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