sábado, 25 de julio de 2009

¡Howl al silencio!


¿Por qué en silencio? Camino cabizbajo por las calles de Washington DC. Están llenas de personas, todas andando felices, es viernes por la noche y la luna ya está oculta. Entre libaciones (Tempranillo) y tapas (remolacha a la vinagreta, gambas al ajillo, Manchego) se me ocurre algo.

¿Por qué en silencio?

Silencio es lo menos que existe. Carros, bocinas, gritos, risas, quejas, reclamos. Todo un arco iris sonoro en constante efluvio bonachón, consciente, eterno. Silencio es la ausencia de sonido, pero no existe en nuestro mundo. Hasta en los rincones más recónditos de nuestro planeta, nuestros hermanos animales puntualizan su existencia con llamados al coito, o a la territorialidad.

Escuchando por la radio los gritos, más bien los alaridos, de los protestantes en la frontera entre Honduras y Nicaragua, escuchando los berrinches entre políticos, escuchando los debates entre expertos de materias, me di cuenta de la estridencia de nuestra existencia. Recuerdo a Allen Ginsberg, con su “Howl”, otro efluvio ilimitado de sonoridad, y me pregunto si eso es lo que quería, cuando escribe “I am a consciousness without a body!” y al final del poema grita:

I'm with you in Rockland
where we wake up electrified out of the coma
by our own souls' airplanes roaring over the
roof they've come to drop angelic bombs the
hospital illuminates itself imaginary walls col-
lapse O skinny legions run outside O starry
spangled shock of mercy the eternal war is
here O victory forget your underwear we're
free
I'm with you in Rockland
in my dreams you walk dripping from a sea-
journey on the highway across America in tears
to the door of my cottage in the Western night

De nada vale el silencio, Allen, porque implicas al sonido con la protuberancia de la vida. El silencio mental menos aún, porque en él se proliferan las ideas malsanas de loas y versículos.

Sufre el silencio, Allen. Gracias. Pero sufre con gusto.

jueves, 9 de julio de 2009

El medio ambiente, hoy y mañana


Se me ocurre que las desdichas del mundo vienen empaquetadas con sus delicias. Lo bueno, lo malo, lo inverosímil, lo inepto, todo viene empaquetado en la burbuja vital que es este planeta.

Mirando hacia los cielos, una tarde tibia de verano, se divulga la fascinante interacción del globo terráqueo con sus componentes. Y no hace falta gastar grandes cantidades de energía en viajes extravagantes al Amazonas o el Sahara. La globalización así lo permite, descubrir la maravilla de la naturaleza en la distancia que acorta la vista.

Los pájaros son los más obvios. Deslizándose entre las rebanadas de viento, estos seres promulgan la realización de lo imposible, la verificación de que, por más aterrados que permanezcamos en cuanto a los cambios globales, siempre queda la esperanza de que, en otra esfera, sea estratosférica o liminal, la vida recreará su sombra y continuará, sin impedimento, su larga carrera.

sábado, 4 de julio de 2009

Dimensión desconocida



Creo que sí, aunque no lo recuerdo, escribí hace un tiempo acerca del programa televisivo “The Twilight Zone”.

Este fin de semana, el canal de ciencia ficción SciFi está mostrando episodio tras episodio de la serie. Estos episodios de media hora, creados por Rod Sterling y transmitidos entre 1959 y 1964, entonan la imaginación hacia mundos desconocidos, finales inesperados, y un suspenso que te mantiene a la expectativa de que algo va o tiene que ocurrir. La verdad y la fantasía se mezclan, para crear una realidad en la que lo imposible es una simple variante de la verdad potencial.

Antes de los efectos especiales de las películas actuales, antes de que películas como The Matrix retaran nuestro concepto de lo que es la realidad (lo que es una resurrección de las teorías metafísicas de Kant y su reinterpretación en las teorías posmodernistas de Baudrillard) el programa The Twilight Zone lo hizo, con historias bien construidas, dialogo penetrante ( y a veces sin diálogo, lo que demostró el poder de las imágenes en el desarrollo del suspenso cinematográfico) y esa mezcla entre la filosofía y la tecnología que es la ciencia ficción.

Rod Sterling aparece en los episodios, presentando la secuencia narrativa, al igual que Hitchcock hacía en sus películas, llevándonos de la mano hacia lo improbable, guiándonos a través de la televisión (y ahora a través del tiempo y el espacio) para que creamos en lo que vemos.

Esa es la misión del narrador: ser Virgilio de lo inverosímil a nuestros lectores. Guiarlos a través de la palabra o las imágenes a mundos irrealizables, imposibles, o simplemente ayudarlos a ser testigos de los que no vemos a simple vista, a poseerlos del don vidente, y permitirles una perspectiva diferente de la dictada por nuestros sentidos limitados.

Pero las palabras no pueden determinar el poder de los episodios de esta serie. Cuando quieran, visiten YouTube y busquen episodios, cualquiera que gusten. Los finales les pondrán los pelos de punta…

miércoles, 1 de julio de 2009

38

Busco en el Internet un significado en los números del día.

Por ejemplo, busco el 38, busco el primero de julio, busco el 1971. Todos los números que quedaron aliados un día como hoy hace 38 años, cuando nací. Busco en Wikipedia si ocurrió algo importante el primero de julio de 1971 (nada).
Busco el significado del número 38 (importante en la mitología teutona), busco el primero de julio a través de la historia (la Noche Triste, día de independencia de varias repúblicas africanas, Sony introduce el walkman) y personajes históricos que nacieron el mismo día (Liv Tyler, Pamela Anderson, Dan Aykroyd).

Pero en esa búsqueda queda la pregunta: ¿y qué? Pienso que, aunque la historia se repita en su nivel mundial (no en los detalles pero en sus grandes trazos) las personas son únicas, entes individuales de materia similar, de circunstancias a veces similares, de historias a veces calcadas, pero entes únicos.
Lo vida es eso, un patrón indefinido aunque repetible, pero condicionado por la individualidad del ser humano,

Aunque los medios insistan en clonarnos, haciéndonos vestir las mismas marcas, comer las mismas comidas, ir a los mismos restaurantes, usar los mismo teléfonos, cada cerebro (porque eso es lo que somos, cerebros ambulantes) es único en su modulación neuronal.

Eso es vida.

Feliz cumpleaños.