miércoles, 30 de enero de 2008

7-Eleven en Puerto Rico

Me informo por endi.com que las tiendas 7-eleven van a cerrar en Puerto Rico.

Caudal de memorias:

-Mis primeros slurpees de Coca-Cola y Mountain Dew a las 11 de la noche en el 7-eleven de Torrimar, en Guaynabo (en la Ramírez de Arellano), después de los juegos de basket (o después del cine).

-Los hotdogs con chili y mucha mostaza y ketchup (esto antes de la moda de moderar los carbohidratos).

-Las muchas Medallas y Coors Light compradas en el de la Ashford, en el Condado: antes de la playa, después de la playa, antes de la disco, antes del jangueo en el Puente Dos Hermanos, antes del jangueo en el parking del Caribe Hilton (si alguno de estos sitios no ha sobrevivido el vaivén de los sitios de jangueo, me disculpan…es la edad).

Son los dos 7-11 más significativos, los que desordenaron mi vida de una manera u otra, los que promulgaron momentos que, como pueden ver, son inolvidables.

¡Viva la nostalgia!

Me voy a la gasolinera a comprarme un icee de cherry y blueberry (y Coca-Cola y Mountain Dew, todo mezclado…como las memorias..)

martes, 29 de enero de 2008

Estado de la (des) unión




Bushito llegó como acostumbraba llegar a las fiestas de su fraternidad. Estrechó manos sudorosas, se fundió en abrazos efusivos, hasta le sobó la calva a algún representante o senador que se haló los pelos por siete años. En el podio de la Cámara de Representantes, Bush se mostró desafiante, risueño, hasta relajado, como si ya viera los días de su presidencia en el espejo retrovisor. Por momentos, me pareció que soñaba con una piña colada con rones de Puerto Rico en celebración del final de su turno como Presidente. Dicen que Alejandro Fernández hace lo mismo en sus conciertos: bebe tequila para mantener la calma y no desentonar.
No comentaré mucho su mensaje, porque no hubo nada nuevo. En la era del reciclaje, Bush y sus asesores reciclaron temas de otros años. La fuga de talento, de los escritores que preparan sus discursos, es obvia. Sólo quedó el formalismo del discurso final.
Sentados detrás de Bush, el Vice Cheney se regodeaba ante su creación. Esa sonrisa falsa es traicionera, pero creo que en verdad estaba feliz. ¿Por qué no? Deja la Casa Blanca más rico que antes. La pobre Pelosi, portavoz de la Cámara de Representantes, parecía perdida. Dos abuelos en conciencia, observando al chiquillo Bushito hablar rápido, comiéndose las palabras en esa jerigonza tejana que oscurece el significado. No importa, no dijo nada nuevo. La verdad que Obama le come las tapas en lo de la Oratoria.
Las palabras no importaron, pero las imágenes no dejan de interesar. Veo mucha vejez en los estrados del gobierno. Claro, se necesitan muchos años para acumular el dinero necesario para aspirar a puestos electivos en este país. Platón dijo que los reyes-filósofos tendrían cincuenta años antes de estar listos para tomar las riendas de la polis. Pero al menos eran cincuenta años de entrenamiento mental, no pecuniario.
Será democracia y todo, pero es una democracia oligárquica. “Show me the money!” y te muestro la poltrona del poder. En teoría esto funciona, pues si tienen todos los chavos del mundo, ¿para qué robar más? En la práctica, sigue el saqueo, si no para ellos, para sus aliados.
No es sólo aquí claro, es igual en todos lados, pero aquí es tan desvergonzadamente patente por la pretensión de pureza de esta democracia oligárquica. Please! Si Bush no tiene el dinero petrolero de Papa Bush, no es presidente. Si Clinton no cobra miles cada vez que abre la boca, no es presidente. Hacer dinero no es malo, es más, ¡avancen y manden el “reembolso”, que las tarjetas de crédito pican! Pero, por favor, no pretendamos que los Estados Unidos es el mejor ejemplo de democracia en el mundo. Sólo hay que ver el teatro que es el mensaje del estado de la unión. Yo lo único que vi fue desunión, y un diablito risueño con un marcapasos en el pecho, contando los billetes que se ganó durante siete añitos de secretos y manipulación. “Show me the money!!!!”

sábado, 19 de enero de 2008

El arte y la originalidad

Existen temas que, como los fantasmas, insisten en causar escalofríos a los escritores. Para mí, uno de esos temas es la originalidad.

El Diccionario de la lengua española tiene varias definiciones de la palabra “original”. Las primeras dos dicen que:

1) Perteneciente o relativo al origen.

2) Dicho de una obra científica, artística, literaria o de cualquier otro género: Que resulta de la inventiva de su autor.

No es hasta la sexta definición que se menciona algo del concepto de “novedad”. Resulta que todo lo que había pensado acerca de la originalidad es una indiscreción gramatical que la Academia de la Lengua considera una acepción de sexto grado.

Habría que buscar el origen del concepto de originalidad. Para ello, me sirvo del libro “Art and its Significance: an Anthology of Aesthetic Theory”, editado por Stephen David Ross. Encontré este librito, publicado en 1984, en una establecimiento de libros usados, y me ha servido muchísimo en mi entendimiento de lo que es el arte, y la literatura. Contiene ensayos de varios filósofos, desde Platón y Aristóteles, pasando por Hegel y Nietzche, llegando hasta Derrida, Foucault, Freud (a quién mi ordenador insiste convertir en “Freíd”, lo que debe ser un “freudian slip” de Microsoft), Jung, etc., todos preocupados por lo que es ese gran vocablo “arte” (la primera definición de “arte” de la Real Academia es “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo”).

En cuanto al concepto de originalidad, me llama la atención el ensayo titulado “What is Art?”, de Leo Tolstoy. Tolstoy define arte en términos médicos (je,je), diciendo que “if only the spectators or auditors are infected by the feelings which the autor has felt, it is art”. Entonces el autor es básicamente el medio de incubación de un germen que intenta infectar a quien lo lea. Si el lector se contagia con las emociones del autor, ahí hay arte.

Luego, Tolstoy establece los requisitos para lograr esta acción endémica: individualidad, claridad y sinceridad.

¿Y la originalidad? Pues está contenida en la individualidad. En otras palabras, todos somos caras, todos tenemos dos ojos, nariz, boca. Pero lo que nos distingue es cuestión de ser uno mismo debajo del bondo diario, de decir la verdad artística (por más que cuestionemos las verdades, porque mi verdad tal vez no sea la tuya, hay algunas que sí son verdades de verdad, verdad), y decirlo bien, claro, con seguridad en la palabra y en quién las emite. Es cuestión de infectar al lector. Nunca pensé que los viruses fueran tan obsequiosos.

viernes, 11 de enero de 2008

Chávez, las FARC, los rehenes

Chavesito se cayó por un rato, y en el silencio, creció. Las FARC liberaron esta semana a Clara Rojas, secuestrada en el 2002, y a Consuelo González, secuestrada en el 2001. Y todo porque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, entendió por un momento (y esperemos que sea un momento bastante largo) que es mejor hacer el bien y callar. Chávez aparentemente utilizó la afinidad ideológica que las FARC sienten por él para convencerlos de que la liberación de rehenes es beneficiosa para los guerrilleros. No es por ser cínico, pero supongo que las FARC no liberaron (y, esperemos, continuarán liberando) rehenes por amor a la patria y a la libertad, o por amor a Chávez y a Fidel. Hubo un intercambio; Chávez, las FARC y, tal vez, Álvaro Uribe, el Presidente de Colombia, conocen los términos del negocio. ¿Refugio? ¿Municiones? ¿Medicinas? ¿Armas?
El Occidente se jacta de que nunca negocia con terroristas, que ese tipo de estrategia solo promueve más terrorismo. Es cierto. Pero tal vez, en este caso, si el precio no es muy alto, valga la pena negociar. Y esta es la mejor manera. Chávez mantiene su manto de la reencarnación de Bolívar; Uribe se lava las manos, porque no fue él quien negoció el asunto (y, muy mal Uribitio, por poco sales mal en el negocio, por poner obstáculos de nene chiquito y refunfuñón); las FARC reciben algo de Chávez, quién no queda desacreditado por la movida, porque, ya saben, el Rey lo mandó a callar. Y, lo más importante, queda la esperanza de que pronto, el resto de los rehenes puedan estar en casa comiendo arepas calientitas, arequipe y buñuelos.

lunes, 7 de enero de 2008

Obama: presidente caribeño

photo copyright Luke Chueh

Casi han coronado a Barack Obama en la primaria demócrata para candidatos presidenciales. Algunos ya mencionan a Obama como el primer presidente negro de los Estados Unidos.
Tengo una pregunta genética.
¿Cuán negro hay que ser para ser negro?
Barack Obama es mitad negro, mitad blanco. Su padre es de Kenya, su madre, blanca de Kansas. Obama creció en Hawai, en un mundo blanco, no negro.
Tiger Woods, Halle Berry, la lista es interminable de personas (y personajes) estadounidenses que son de raza mixta y son clasificados como negros.
Nosotros en América Latina no tenemos ese lío. Llámennos mulatos, o mestizos, o morenos, o trigueños, o pardos, o grifos, lo que sea. Existen decenas de términos caribeños que denotan diferentes grados de “color”.
Lo curioso es que acá en los Estados Unidos, en términos de “raza”, no de “grupo étnico”, muchos nos clasifican (o nos auto-clasificamos) como blancos. Cubanos blancos, puertorriqueños blancos, dominicanos blancos.
Fortunato Vizcarrondo preguntaba “¿Y tu agüela, aonde ejtá?”. En el siglo XXI, ¿es la identidad racial tan importante como en el siglo anterior? Se habla de la posible presidencia de Obama como un momento trascendental en la política racial de los Estados Unidos, el momento en el cual las barreras raciales caerán; que su “raza” es una avenida hacia la muerte de las divisiones raciales.
Yeah right!…Como si eso acabara el odio y la envidia de razas, que en realidad es un odio de clases, que en realidad es un odio pecuniario. Dinero, maldito dinero. Sin ti, mal; contigo, también. Lo sabía Cirilo Villaverde cuando escribió "Cecilia Valdés". Lo sabían Vizcarrondo, Juan Boria y Palés Matos. Lo sabía Frantz Fanon, Malcolm X, Martin Luther King, Cornell West, Nelson Mandela, Toni Morrison. Seguro lo sabe Barack Obama. Y hasta Oprah…
En fin, que si Obama es electo Presidente, no será el primer presidente negro. Será el primer presidente de este mundo globalizado y mamposteado.
En otras palabras, Obama será el primer Presidente Caribeño….