Recuerdo dos conversaciones recientes, una acerca de la salsa, la otra acerca de la vida.
En la primera conversión, sale la pregunta ¿cuál es el mejor disco de salsa de todos los tiempos? La segunda obedece a la indecisión y a la inseguridad, a los anhelos y confusiones que sentimos cada vez que nos encontramos ante las encrucijadas de la vida. Son los momentos en que la vida te lanza una curva en el plan que sospechabas, un desvío inesperado, una centella de lluvia, o de tristeza, o de pasión, o de todo a la vez. En fin, cuando la vida hace lo que tiene que hacer: ser vida.
Lo inesperado no son estas encrucijadas. Lo inesperado es que todavía nos sorprendan. Porque eso es la vida: un aprendizaje constante.
Entonces, para contestar la primera pregunta, y enfocar la segunda, pensé en esta canción de Rubén Blades, “Maestra vida”.
Empieza: “A tu escuela llegué sin entender porque llegaba
en tus salones encuentro mil caminos y encrucijadas
y aprendo mucho y no aprendo nada…”
Que continúe la lección…
sábado, 26 de abril de 2008
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